- Categoría: Buenas noches, Teo
Teo descubre que David no es solo alguien que escribía salmos, sino un hombre elegido y fortalecido por Dios para una gran misión.
Teo descubre que David no es solo alguien que escribía salmos, sino un hombre elegido y fortalecido por Dios para una gran misión.
En este programa de «Inmersos en la misión», la hna. Paqui Morales, SHM, nos relata la historia de un hombre dedicado al sicariato. Este hombre se acercó a hablar con las hermanas y reconoció delante de ellas que había matado a mucha gente inocente, porque nunca nadie lo había amado y quería cambiar porque se había enamorado. Por distintas razones la hna Paqui, ya no supo nada sobre él, pero en su corazón se quedó esta certeza: El amor da esperanza de cambio, siempre debemos tener una mirada de misericordia.
«Guardemos el día del Señor sin olvidarnos del más necesitado».
El último programa de esta «Introducción a la Doctrina Social de la Iglesia» continúa examinando la relación entre amor y verdad —y también justicia— que desarrolla el papa Benedicto XVI en su carta encíclica, «Caritas in Veritate». Vemos cómo la caridad va más allá de la justicia, la cual es su «medida mínima», e impulsa el auténtico desarrollo humano, una vocación divina que nos ayuda a discernir lo que es verdadero progreso. Por tanto, debemos fecundar la verdad con la caridad, pero teniendo en cuenta que la caridad necesita de la verdad para evitar quedarse en sentimentalismo, y para ser vivida en auténtica comunicación y comunión, porque «la verdad es "lógos" que crea "diá-logos”». Nos recuerda que la evangelización es el mejor servicio que la Iglesia ofrece y debe desarrollar en la sociedad, luchando contra el relativismo y la idea errónea que la ciencia puede salvar al hombre. Por último, el papa reivindica la necesidad de una libertad responsable que busca la verdad; una verdadera fraternidad para que todos puedan buscarla y una autoridad subsidiaria que no se impone, sino que sirve a las personas.
D. Javier Ortega —Pro-Vicario General de la Diócesis de Alcalá de Henares (España)— describe la confesión como «el encuentro con la misericordia del Padre». En ella se muestra el gran misterio del amor que Dios tiene por cada uno de nosotros. En cada confesión, el sacerdote es testigo privilegiado de cómo Dios actúa para perdonar los pecados de los penitentes.
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
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