10 minutos con Jesús: ¿Envidia? No, gracias
¡No dejes que tu corazón se corroa por la envidia! ¿No te es suficiente saber lo mucho que Dios te ama?
Gracias a la generosidad de nuestros bienhechores, hemos podido seguir hasta ahora. Pero las exigencias van siempre en aumento y con frecuencia surgen gastos imprevistos, como reparaciones, adquisición de nuevas máquinas, etc.
Más información aquí.